¡BlackberrYdiotizados! ®

La tecnología por medio de las telecomunicaciones a través de la historia nos ha facilitado la vida, siendo el factor más importante de esta, la comunicación. Desde tiempos remotos, por antonomasia, el hombre observó su necesidad de comunicarse. Dicha necesidad obligó a los primeros seres de este planeta a utilizar métodos de expresión como por ejemplo los gestos, sonidos, piedras, metal, madera, señales de fuego, humo, tambores, caballos y palomas mensajeras que de una u otra forma representaban la capacidad ilustrativa de los pueblos para fluir sus pensamientos y canalizar sus sentimientos. El telégrafo, la imprenta y el teléfono convencional de alguna u otra forma marcaron la modernización de este proceso, sumados más tarde la radio y la televisión. En la actualidad, ya no se requiere de una paloma mensajera, el galope de un caballo o una esquela firmada con nuestro puño y letra en una botella para entrelazar mensajes entre el emisor y el receptor, ahora basta con un sólo clic o el incesante tecleo de una computadora para estar pendientes de los semejantes. Los celulares concedieron la oportunidad a los ciudadanos de estar comunicados en cada momento de sus vidas, hay gente que más habla o se comunica por celular que en persona. Este medio de comunicación en dónde se utiliza el lenguaje escrito y hablado, fue acogido por miles de personas como el canal que resume sus ánimos o estados emocionales. Cuándo quieres hablar, hablas, cuándo quieres escribir, escribes, cuándo quieres comunicarte lo enciendes, cuándo quieres ser indiferente, lo apagas. De esta manera, en varias situaciones se han perdido los principios de una buena comunicación. Cada año salen a la venta en el mercado, decenas de modelos de celulares, entre los que consta el Blackberry ®. Aquello sucedió cuándo alguien se le ocurrió confluir el mundo mágico, avezado, malversado y entretenido del internet con una línea celular. Ahora es tan trivial observar a los obreros de la construcción, los jovenes, los profesionales, los intelectuales, las amas de casa, las madres, cualquier pendejo, ¡TODOS! tecleando con el más allá. El Blackberry® se puede convertir en una necesidad profesional, pero de ahí que un joven pase con dicho teléfono en la mano hasta para ir al baño, es inexplicable. Los celulares convencionales hace rato dejaron de ser útiles, para aquella mayoría “blackberrizada ®” quedaron ‘out’ hace meses, tal vez años y recién me ofusca aquel patético cuadro. Ya las cartas escritas a puño, el correo convencional, las frases mirándose la careta, son cosa del pasado. Ahora la atención está o ¿debe? estar centrada en un “aparatejo” comunicacional que no nos deja ver a los ojos de nadie. La frontalidad ahora radica en enviar un mensaje poderosamente bien redactado, esta es la ventaja de los que “no tienen pantalones”. La tecnología le ha ganado por goleada a la tertulia, los pelados se preguntarán ¿Qué carajo es eso? ¿Cómo se come? Eso no se comía ni era un carajo, era un pleno disfrute en la esquina con la gallada, con tus panas, con los borrachos empedernidos, con alguna pelada despechada. Todo eso persiste, tienen toda la razón, pero ahora todos cargan el Blackberry® en la mano o un audífono en la oreja, ni te critican la cachina y menos te escuchan… ¡Andan BLACKBERRYDIOTIZADOS ®!