¿Por qué Pobre Ecuador? Si viven en este país lo entenderán...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

TRIBUNAS DE LA COMUNIDAD, “PEPE EL VERDADERO”, “EN CARNE PROPIA” Y OTROS DELIRIOS PERIODÍSTICOS…


El periodista Andrés Carrión reveló que su salida de Canal Uno respondía únicamente a la línea noticiosa que prefirió seguir la televisora en dónde laboraba, en dónde la crónica roja pasó a ser la principal arma para mantener programas de elevado rating. Carrión indica que el programa conducido por José Delgado, “En Carne Propia”, tiene éxito ante la opinión pública aunque el no esté de acuerdo con este tipo de prácticas periodísticas.

Pero, ¿por qué se han triplicado los espacios en dónde supuestamente se sirve a la comunidad?
La respuesta la sostuvo Carrión en el caso del Cholito: ¡RATING!

Las principales voces opositoras del oficialismo ya no se las observa en pantalla y lo que es peor poco o casi nada queda para los trabajos periodísticos de calidad, ya que la mayoría están basados en temas escabrosos, tal vez y complicados para el entendimiento rápido del ciudadano que ha estado acostumbrado a leer hojeando pero nunca a leer leyendo. Los malos hábitos o costumbres de lectura influyen en la decisión de los ciudadanos para observar o leer determinado producto periodístico.

Lo más rápido y fácil para el consumidor es dejarse llevar por lo mediático, por el morbo, por la vagancia y el desgano a la hora de leer o ver. La mayoría de ciudadanos buscan entretenerse por medio del televisor y buscan someramente informarse de una realidad que en la mayoría de ocasiones resulta maquillada o totalmente sesgada, para lo negativo, casi nunca para lo positivo en los medios impresos. Y ni hablar de términos medios. La salida de Carrión la entiendo, por principios decidió abandonar un barco en dónde por mucho tiempo fue el capitán periodístico, hasta que llegó alguien que sabe que le gusta a la gente.

Las llamadas al aire para emitir las denuncias de requerimientos ciudadanos son la principal arma de estos noticieros de comunidad que se toman el nombre del pueblo para exigir a autoridades, pese a que dicha labor no está dentro de las funciones de un periodista como “informar, entretener, educar y orientar”, se atiendan de manera inmediata las exigencias de los ciudadanos. Muchos creen que el periodismo es un servicio porque se informa, pero eso debe considerarlo el ciudadano o el que consume el trabajo periodístico mas no ser publicado por el seudo-periodista que se jacta de su oficio o de los medios con los que cuenta para transmitir determinada realidad. Mi ex jefe de redacción me dio una lección que nunca olvidaré: “el trabajo del buen periodista no comience ni termina en la alabanza o en la crítica. El sentimiento del deber cumplido con uno mismo debe ser nuestra principal satisfacción”. Una verdad totalmente cierta que me acompañará toda la vida… El periodismo es uno sólo y aunque resulte paradójico no se pueden llegar a consensos mínimos entre los principales profesionales o actores de esta rama debido a la volubilidad que existe en el ejercicio de este oficio. El sentarse ante una hoja vacía y comenzar a llenarla se constituye en toda una responsabilidad para con nosotros mismos. De lo que escribamos, depende cuán fidedigno puede resultar nuestro trabajo ante la opinión pública. Si no les gusta lo que preparamos tan sencillo como que nunca más nos leen y en el caso de la televisión: nunca más nos ven…. Pese aquello existen programas en dónde predomina el morbo entre los conciudadanos y son vistos por el interés de la mayoría en la vida, desgracia y tragedias ajenas antes que fijarse en la suya o de sus familias.
Hasta les parece interesante y “bacán” que determinado reportero al cuál me niego a seguir dándole más fama nombrándolo, se moje en medio de un incendio de escasas proporciones o ponga el micrófono en medio de 2 padres de familia que se tienen bronca y quieren pegarse o que se pone zapatillas para majar lodo con tal de ver como una vecina arrastra de los pelos a una similar. En fin, si morbosamente eso es periodismo, yo renuncio a este oficio.

No podemos ser tan mediocres y creer que lo que le gusta a la gente es lo correcto. Y mucho menos valerse de las necesidades de los desposeídos para, por medio de promociones, incentivar la compra de determinado medio impreso; por ejemplo el caso del diario estatal de corte popular bautizado por el régimen como “Pepe, El Verdadero”.

Con una casa o un carro al mes, ¿quién no va a comprar dicho diario? Les recuerdo que Diario “Extra” se hizo famoso desde que sacó la Noticia Millonaria y derrocó al tan mentado y casi olvidado “Meridiano”. Lástima que sea tan joven y no les pueda poner un ejemplo ecuatoriano de buen periodismo (a lo mejor no lo hay, ni lo habrá).

A nivel internacional, los medios públicos más destacables son el Pais de España y la BBC de Londres. Por allá en el Viejo Continente, como que si se han construido algo que acá desconocemos: ins-ti-tu-cio-na-li-dad, medio que permite el respeto hacia los medios públicos (no gubernamentales). Pero bueno, como que ni vale la pena dicha comparación; “Pepe, El Verdadero” (80 mil ejemplares diarios) se constituye en otro medio del gobierno nacional para supuestamente dar cátedra de buen periodismo junto a El Telégrafo, diario que cada día se imprime y vende menos (7 mil ejemplares), a los demás medios impresos del país que supuestamente si responden a intereses. Otra de las pretensiones gubernamentales es que sus medios supuestamente estatales vendan más que los medios “independientes” que han secuestrado, a través de los años, un bien público como la información. Lastimosamente, en el Ecuador se confunde de manera garrafal lo estatal de lo gubernamental, se entreve en su concepto más antiguo que el estado somos todos los ciudadanos que tenemos nuestra representación en un gobierno que hoy puede estar pero mañana no. El estado es atemporal, el gobierno tiene su fecha de caducidad y eso aún no lo ha entendido el premier de la República, Rafael Correa que ha utilizado una empresa periodística emblemática como El Telégrafo C.A. para dar rienda suelta a sus deseos impresos… Si “El Verdadero” objetivo del régimen era ostentar toda una maquinaria de medios afines, oficiales o como se le quiera denominar, debió ser más honesto y decírselo al país; dudo mucho que algún coideario obsecuente le hubiera dicho “que estaba mal”. A estas alturas ya todos tendrían clara la película y en la actualidad el jefe de estado ya tendría en su poder toda una maquinaria comunicacional que echaría al traste cualquier intento de independencia y desinformación de la competencia “independiente”. Así como con la publicidad… Escribir sobre este tema desarrolla un poco mi hilaridad que de a poco se intensifica en este quehacer periodístico. En este país sólo existen medios oficiales y no oficiales. No coman cuento con aparentes derechos y deberes periodísticos como la independencia, objetividad, imparcialidad o la tan mentada libertad de expresión. Todos los medios tienen su público, su tradición, sus límites… Conozco una familia que compra El Universo sólo por costumbre, ya que ni siquiera lo lee y de paso sólo lo utiliza como papel tapiz de la jaula de los pájaros. En todo caso la mayoría morbosa ecuatoriana, al menos creo, seguirá comprando El Extra por las anatomías femeninas esculturales que cada vez y cuándo acompañan el dizque contenido sangriento de ese diario. Y agregó, ojalá “Pepe, El Verdadero” tenga éxito, sólo para que se compruebe que los ecuatorianos si se venden por una raspadita y no sólo por unos sanduchitos, como los pelucones…

¿¡Hasta cuándo pueblo clientelar!?

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