¿Por qué Pobre Ecuador? Si viven en este país lo entenderán...

martes, 14 de septiembre de 2010

LO PÓSTUMO NO SÓLO SE HACE EFECTIVO DESPUÉS DE LA MUERTE…


Y lo vimos volver…

Cuándo uno lee estas noticias sin duda dan ganas de extenderlas con la inspiración de un fanático impulsado por la buena música: Observe esto que me hizo recordar un post anterior en dónde lo finalice refiriendo, “Y Gustavo dirá: Me verán volver…”

- El cantautor argentino Gustavo Cerati, quién se encuentra inconsciente hace más de 3 meses luego de un ataque cerebro vascular, fue nominado a los premios Grammy Latino en 3 categorías. El ex lider de Soda Stereo está nominado en la categoría de mejor álbum rock (“Fuerza Natural”), mejor diseño de empaque y mejor canción rock con su tema “Deja Vu”. El próximo 11 de noviembre se conocerá a los ganadores de estos premios.

Y de manera efectiva, no es que Gustavo Cerati se levantó y va a iniciar una nueva gira. Mucho menos que ya está papelito y volverá a cantar Sobredosis de Tv, Signos o Persiana Americana. ¡No! En la vida hay varias formas de resucitar y en el caso de los artistas hay varias formas de permanecer en la vitrina de los amantes de la buena música. Si Cerati estuviera bueno y sano a lo mejor y le importara varios atados de la buena ‘ya saben qué…’ Pero en su estado (en coma, inconsciente o casi vegetativo), la tan sola nominación en 3 categorías de los Grammy Latinos representa una victoria y una especie de homenaje póstumo a su música. Según lo que informó en meses pasados, si Cerati despierta no volverá a ser el mismo. Es decir no volverá a cantar tal como lo hizo en su último disco “Fuerza Natural”, de dónde se desprende esa estupenda canción titulada “Deja Vu” y mucho menos las que interpretó con anterioridad, por eso su carácter de póstumo. No es necesario que se muera. Por cómo se encuentra, estas nominaciones tienen como sentido un homenaje a todo lo que nos dejó. Mi pretensión no es matar a Cerati, ni mucho menos encabezar homenajes post mortem, para nada, pero si me despertó una alegría tal que la quise compartir con los cuatro pelagatos que leen este blog…

¡Aguanta Cerati! No necesitas de premios para rendirte homenaje, basta poner play para escucharte decir: “Te prefiero fuera de foco, inalcanzable… Te prefiero irreversible, casi intocable…”

lunes, 13 de septiembre de 2010

“LA VERSATILIDAD Y (SEUDO) CULTURA DE ALGUNOS NARRADORES Y COMENTARISTAS FUTBOLEROS ECUATORIANOS…”


Los tiempos idos, jamás retornan...



Crecimos viendo y escuchando los análisis, comentarios y narraciones deportivas de un sin número de comunicadores sociales que pretendieron en muchas tardes de domingo darnos cátedra de buen fútbol, a través de los partidos por el campeonato ecuatoriano de fútbol y las “extintas- destacadas” participaciones de los cuadros del Astillero y demás equipos de la escena futbolera ecuatoriana. Pepe Murillo, Jacinto Landázuri, Carlos Efraín Machado, Marco Vinicio Andrade, Ruddy Ortiz, Fabián Gallardo, Rodolfo Piñeyro, Gerardo España, Walter Ruiz, entre otros, fueron y son los narradores de esas jornadas futboleras ecuatorianas en dónde predominaban las bromas entre ellos y las respectivas voces comerciales de múltiples emisoras deportivas que siguen ejerciendo su oficio pese al incremento de la tecnología y los tan distorsionados resúmenes deportivos televisados. Las radios Super K-800, CRE, Sucre, Caravana, Atalaya y Cristal han transmitido a través de sus ondas las jornadas futbolísticas más memorables y deprimentes del fútbol ecuatoriano. La mayoría de estas emisoras con frecuencia AM han realizado un despliegue informativo que no se compara con los acontecimientos políticos y sociales de nuestro territorio.

En el ámbito político sólo se han transmitido cumplidamente todos los interminables discursos de posesión presidencial de políticos de muchas tendencias que han ilusionado a la gran mayoría del pueblo descontento, que casi siempre ha anhelado mejores días y eso si, siempre, ha resultado defraudado. Recuerdo el campeonato nacional de 1992, el primer partido que escuche fue el partido en dónde Barcelona empató 1-1 ante El Nacional con un golazo del retirado delantero criollo, Dixon Quiñónez. Años después observe el tanto y desde que se marcó no me quedó duda de que fue un golazo por la forma en que lo describió Marco Vinicio Andrade que en aquella ocasión compartía cabina con el Dr. Marcos Hidalgo, Juan José Mendoza (J.J, voz comercial) y Ruddy Ortiz. Rememoro pese a mi frágil memoria que cada 15 minutos del partido se turnaban los narradores y apostaban para ver quién cantaba un gol. Los comentarios que siempre me llamaron la atención fueron los de Alfonso Harb, “Piquito” y el poeta del fútbol, Roberto Bonafont. Escuchar a este último siempre fue un aprendizaje diario, el primero que comenzó a hablar de sistemas tácticos de las escuadras, en lugar de estancarse en el “tiqui tiqui toque toque” de los demás narradores o en los ácidos y sobrevalorados análisis de todos sus colegas. Luego me enteré que tenía un programa que hasta la fecha se mantiene: “Pateando tachos”; cuándo lo escuché, ratifiqué que Bonafont no sólo sabía de fútbol, conoce de filosofía, literatura, historia, política, cine, todo un palabrero con conocimiento. Recuerdo que gracias a él me enteré que Jorge Luis Borges se quedó ciego a temprana edad y posteriormente lo nombraron director de la Biblioteca Nacional de Argentina. Ironías de la vida, Borges decía que la vida es tan irónica que cuándo pudo leer todos los libros del mundo ya era invidente.

Con respecto al mejor narrador que he escuchado me quedo con uno que también se mantiene: Walter Ruiz Jaén. Con su eterna frase que ha encerrado mucho de nuestro fútbol: “descafeinado” sólo necesitaba narrar con intensidad un cotejo para que quede claro que clase de partido se estaba desarrollando. Directo, con un amplio bagaje cultural, al igual que Bonafont, me resulta grato escucharlo cuándo da noticias y comenta sobre política.
En los últimos tiempos ha salido una camada de nuevos comentaristas futboleros y reitero “futboleros” mas no deportivos y hasta ahora encuentro uno sólo que me haga olvidar de los emblemáticos… Aunque uno que resulta contemporáneo, pese a que no es novato en el periodismo deportivo ecuatoriano es Diego Arcos; quizá es el único “periodista deportivo” del país porque no se ha estancado en el deporte más popular y conoce con seguridad de muchos temas más: cine, música, básquet, béisbol y otros deportes que sus colegas en su vida se han referido en sus respectivos espacios. Resulta lamentable que en la actualidad existan una serie de noveles periodistas futboleros y ninguna de ellos, hasta el momento, tenga cualidades de un narrador de la talla de los que he nombrado. Los actuales comentaristas tienen mayor libertad para destacarse, pero en este sentido, ninguno genera una diferencia de los que ya han aparecido a través de la historia. Un comentarista que marque una identidad no existe en el fútbol ecuatoriano, el único que se destaca nuevamente es Bonafont, el resto por los límites que se auto-imponen en el ejercicio periodístico, no quedan más que como unos simples “microfoneros” del fútbol, porque ni siquiera saben de todos los deportes. La identidad de determinada ciencia está marcada por las diferencias en tratar las “problemáticas” o temas que pueden interesarle a nuestros clientes, en este caso a los aficionados de los deportes. Más triste resulta observar como esos protagonistas y transmisores del fútbol ecuatoriano van envejeciendo, ya no tienen la misma chispa, dinámica y efervescencia para narrar o comentar un partido. Basta escuchar a Fabián Gallardo y Marcos Hidalgo, ambos en pasadas batallas futboleras despertaron toda la emoción de un país, ahora hacen dormir con sus infaltables muletillas que ya no generan lo misma emoción de un deporte imponderable como el fútbol. Pero, ¿quién sustituirá a los emblemáticos? Hasta el momento considero que no hay respuesta y eso que aún no se muere uno de los showman`s más recordados del país: Pablo Aníbal Vela, “El Rey de la Cantera”, el eterno periodhincha barcelonés que siempre ha gritado con esa emoción que les falta a los de ahora: “To to to to todo se sabe, todo me chamullan, todo me sapean…Nada es oculto para el Rey”... Y fíjate que si se ha cumplido aquello, nada es oculto para ese pintoresco personaje, ni lo más patético de su trayectoria al dejarse crecer el cabello con la intención de cortárselo, sólo cuándo su equipo llegue a coronarse campeón. En buena hora se arrepintió, sino siguiera con su melena de hombre de las cavernas.

En todo caso, así esta el panorama microfonero balompédico del Ecuador, ojalá pronto salgan caras y voces nuevas que si sepan con propiedad de todos los deportes y no solamente eso, sino que los transmitan de una manera distinta sin caer en los shows mediáticos con ofertas de por medio que sólo se centran en el absurdo rating que tanto daño le ha hecho al periodismo de calidad…

miércoles, 8 de septiembre de 2010

TRIBUNAS DE LA COMUNIDAD, “PEPE EL VERDADERO”, “EN CARNE PROPIA” Y OTROS DELIRIOS PERIODÍSTICOS…


El periodista Andrés Carrión reveló que su salida de Canal Uno respondía únicamente a la línea noticiosa que prefirió seguir la televisora en dónde laboraba, en dónde la crónica roja pasó a ser la principal arma para mantener programas de elevado rating. Carrión indica que el programa conducido por José Delgado, “En Carne Propia”, tiene éxito ante la opinión pública aunque el no esté de acuerdo con este tipo de prácticas periodísticas.

Pero, ¿por qué se han triplicado los espacios en dónde supuestamente se sirve a la comunidad?
La respuesta la sostuvo Carrión en el caso del Cholito: ¡RATING!

Las principales voces opositoras del oficialismo ya no se las observa en pantalla y lo que es peor poco o casi nada queda para los trabajos periodísticos de calidad, ya que la mayoría están basados en temas escabrosos, tal vez y complicados para el entendimiento rápido del ciudadano que ha estado acostumbrado a leer hojeando pero nunca a leer leyendo. Los malos hábitos o costumbres de lectura influyen en la decisión de los ciudadanos para observar o leer determinado producto periodístico.

Lo más rápido y fácil para el consumidor es dejarse llevar por lo mediático, por el morbo, por la vagancia y el desgano a la hora de leer o ver. La mayoría de ciudadanos buscan entretenerse por medio del televisor y buscan someramente informarse de una realidad que en la mayoría de ocasiones resulta maquillada o totalmente sesgada, para lo negativo, casi nunca para lo positivo en los medios impresos. Y ni hablar de términos medios. La salida de Carrión la entiendo, por principios decidió abandonar un barco en dónde por mucho tiempo fue el capitán periodístico, hasta que llegó alguien que sabe que le gusta a la gente.

Las llamadas al aire para emitir las denuncias de requerimientos ciudadanos son la principal arma de estos noticieros de comunidad que se toman el nombre del pueblo para exigir a autoridades, pese a que dicha labor no está dentro de las funciones de un periodista como “informar, entretener, educar y orientar”, se atiendan de manera inmediata las exigencias de los ciudadanos. Muchos creen que el periodismo es un servicio porque se informa, pero eso debe considerarlo el ciudadano o el que consume el trabajo periodístico mas no ser publicado por el seudo-periodista que se jacta de su oficio o de los medios con los que cuenta para transmitir determinada realidad. Mi ex jefe de redacción me dio una lección que nunca olvidaré: “el trabajo del buen periodista no comience ni termina en la alabanza o en la crítica. El sentimiento del deber cumplido con uno mismo debe ser nuestra principal satisfacción”. Una verdad totalmente cierta que me acompañará toda la vida… El periodismo es uno sólo y aunque resulte paradójico no se pueden llegar a consensos mínimos entre los principales profesionales o actores de esta rama debido a la volubilidad que existe en el ejercicio de este oficio. El sentarse ante una hoja vacía y comenzar a llenarla se constituye en toda una responsabilidad para con nosotros mismos. De lo que escribamos, depende cuán fidedigno puede resultar nuestro trabajo ante la opinión pública. Si no les gusta lo que preparamos tan sencillo como que nunca más nos leen y en el caso de la televisión: nunca más nos ven…. Pese aquello existen programas en dónde predomina el morbo entre los conciudadanos y son vistos por el interés de la mayoría en la vida, desgracia y tragedias ajenas antes que fijarse en la suya o de sus familias.
Hasta les parece interesante y “bacán” que determinado reportero al cuál me niego a seguir dándole más fama nombrándolo, se moje en medio de un incendio de escasas proporciones o ponga el micrófono en medio de 2 padres de familia que se tienen bronca y quieren pegarse o que se pone zapatillas para majar lodo con tal de ver como una vecina arrastra de los pelos a una similar. En fin, si morbosamente eso es periodismo, yo renuncio a este oficio.

No podemos ser tan mediocres y creer que lo que le gusta a la gente es lo correcto. Y mucho menos valerse de las necesidades de los desposeídos para, por medio de promociones, incentivar la compra de determinado medio impreso; por ejemplo el caso del diario estatal de corte popular bautizado por el régimen como “Pepe, El Verdadero”.

Con una casa o un carro al mes, ¿quién no va a comprar dicho diario? Les recuerdo que Diario “Extra” se hizo famoso desde que sacó la Noticia Millonaria y derrocó al tan mentado y casi olvidado “Meridiano”. Lástima que sea tan joven y no les pueda poner un ejemplo ecuatoriano de buen periodismo (a lo mejor no lo hay, ni lo habrá).

A nivel internacional, los medios públicos más destacables son el Pais de España y la BBC de Londres. Por allá en el Viejo Continente, como que si se han construido algo que acá desconocemos: ins-ti-tu-cio-na-li-dad, medio que permite el respeto hacia los medios públicos (no gubernamentales). Pero bueno, como que ni vale la pena dicha comparación; “Pepe, El Verdadero” (80 mil ejemplares diarios) se constituye en otro medio del gobierno nacional para supuestamente dar cátedra de buen periodismo junto a El Telégrafo, diario que cada día se imprime y vende menos (7 mil ejemplares), a los demás medios impresos del país que supuestamente si responden a intereses. Otra de las pretensiones gubernamentales es que sus medios supuestamente estatales vendan más que los medios “independientes” que han secuestrado, a través de los años, un bien público como la información. Lastimosamente, en el Ecuador se confunde de manera garrafal lo estatal de lo gubernamental, se entreve en su concepto más antiguo que el estado somos todos los ciudadanos que tenemos nuestra representación en un gobierno que hoy puede estar pero mañana no. El estado es atemporal, el gobierno tiene su fecha de caducidad y eso aún no lo ha entendido el premier de la República, Rafael Correa que ha utilizado una empresa periodística emblemática como El Telégrafo C.A. para dar rienda suelta a sus deseos impresos… Si “El Verdadero” objetivo del régimen era ostentar toda una maquinaria de medios afines, oficiales o como se le quiera denominar, debió ser más honesto y decírselo al país; dudo mucho que algún coideario obsecuente le hubiera dicho “que estaba mal”. A estas alturas ya todos tendrían clara la película y en la actualidad el jefe de estado ya tendría en su poder toda una maquinaria comunicacional que echaría al traste cualquier intento de independencia y desinformación de la competencia “independiente”. Así como con la publicidad… Escribir sobre este tema desarrolla un poco mi hilaridad que de a poco se intensifica en este quehacer periodístico. En este país sólo existen medios oficiales y no oficiales. No coman cuento con aparentes derechos y deberes periodísticos como la independencia, objetividad, imparcialidad o la tan mentada libertad de expresión. Todos los medios tienen su público, su tradición, sus límites… Conozco una familia que compra El Universo sólo por costumbre, ya que ni siquiera lo lee y de paso sólo lo utiliza como papel tapiz de la jaula de los pájaros. En todo caso la mayoría morbosa ecuatoriana, al menos creo, seguirá comprando El Extra por las anatomías femeninas esculturales que cada vez y cuándo acompañan el dizque contenido sangriento de ese diario. Y agregó, ojalá “Pepe, El Verdadero” tenga éxito, sólo para que se compruebe que los ecuatorianos si se venden por una raspadita y no sólo por unos sanduchitos, como los pelucones…

¿¡Hasta cuándo pueblo clientelar!?

martes, 7 de septiembre de 2010

"La Universidad Ecuatoriana... Una desazón"


Un impulso a la profesionalización, pero ¿a la educación?

La realidad educativa superior es así, la mayoría se conforma, yo siempre he levantado mi voz de protesta y hasta el momento todo sigue igual pese a que está en trámite la aprobación de una ley de educación superior que supuestamente garantizará la calidad de la educación en el país. Lo dudo. Y lo más lamentable, cada día me convenzo más que ahora hasta la educación, mi oficio y todo en la vida se ha comercializado de tal forma que ya no se puede aspirar por la calidad, por aprender desde determinado escenario universitario. Quizá la carrera por la que aposte no cubre mis desbordadas expectativas. Tal vez y me equivoque desde un comienzo al emprender la carrera de periodismo que no es más que un oficio que se aprende en la práctica, NUNCA en las aulas. El que va a la Universidad con la intención de aprender a escribir, a reportear, a hablar con fluidez, a dejar sus complejos, está más perdido que los hermanos de la tan mentada familia colombiana que supuestamente fueron lanzados a la laguna del Yambo. Mis expectativas educativas siempre fueron exageradas, lo admito. En el colegio, en muchas ocasiones terminaba hablando más que los mismos profesores y muchas de mis dudas no fueron solventados por lo que supuestamente “debían” enseñar. En la práctica, en la vida misma, lo que me enseño el colegio es pura y neta cultura general que me emplazo a querer aprender todos los días de mi vida. Mi auto-educación ha sido primordial a la hora de disentir en los predios universitarios, lo que poco o casi nada sé, no lo aprendí en un aula de la facultad en la que ahora estudio. La lectura ha sido mi aliada.
El director del medio en el que laboro considera fundamental mi trabajo como monitor de noticias ya que sirve para orientar y guiar a los editores de la realidad inmediata de los ciudadanos. Yo no creo que sirva, mi trabajo ha caído en la rutina y a lo mejor mis pequeñas notas periodísticas servirán para uno que otro corto del periódico impreso. Mi necesidad de aprender se está viendo seriamente trastocada cuándo no puedo, aunque debería, adquirir conocimientos diarios en una universidad. No crean, los adquiero. Pero por voluntad propia, no gracias a la Universidad Ecuatoriana que se ha dedicado a hacer de la educación: el negocio de la profesionalización. A los dueños de las universidades del país, o el menos en el establecimiento que me inscribí no les interesa cuánto el estudiante aprende en un día de clase. Lo que les importa son los ingresos por concepto de pensiones, actividades extracurriculares y eventos que deben desarrollar para aparecer ante la opinión pública como que si están haciendo algo por el desarrollo intelectual del estudiantado. El que nunca ha tenido ganas de aprender a lo mejor y si adquiere conocimientos en un establecimiento superior, los que siempre hemos tenido afán del conocimiento, eso que aprende el resto, lo aprende en una jornada voraz de lectura en el marco de una jornada laboral. Soy consciente que las necesidades intelectuales de cada ser humano no son las mismas, pero al menos si todos inician una carrera profesional, deben al menos en teoría, adquirir los mismos conocimientos paulatinamente. Ni eso. Mi decepción es tal que hasta estoy pensando en inscribirme en una carrera paralela para ver si ahí si: APRENDO.

Ahora regreso a las aulas con la intención de aprobar el año, esa es mi premisa. Ya no me interesa aprender en la universidad en dónde erróneamente me inscribí. A partir de hoy prometo no faltar para amagar que me interesa superarme, como que si asistiendo voy a aprender algo, ni los docentes mismos se lo van a creer, pero la vida es así llena de falsas verdades, verdades a medias que todos mediocremente nos atrevemos a confirmar y ratificamos todos los días mediante nuestros actos.

El otro día leía, uno de mis principales vicios diarios (la Lectura), que en Latinoamérica, no sólo en Ecuador, nos hemos dedicados a profesionalizar a los ciudadanos pero nos hacen falta años luz para comenzar a educar… Desafortunadamente, no creo que vaya a estar presente el día que en una facultad de periodismo realmente enseñe algo destacable que cueste aprenderlo con la experiencia. Mi padre se me burla porque piensa que estoy estudiando por medio del sistema semi- presencial o a distancia, además me sugiere que estudie derecho en la universidad dónde el se graduó. Existen desventajas económicas de por medio que me impiden momentáneamente hacerlo, ojalá no sea así en el futuro.

La generalización es uno de los males de mi país y quizá estoy recurriendo a esa falta que tantos daños nos hace. Pero tengo la certeza que el problema de la falta de educación no radica sólo en el centro universitario dónde mi inscribí y he avanzado sin esfuerzos hasta tercer año, lo probable es que existan sólo excepciones en dónde si se eduque al estudiantado.

Tal vez cuándo me retire de los predios de la universidad en la que me inscribí, extrañe estas largas ausencias voluntarias que no afectan mi intelecto, sólo mi registro de asistencias. Lo más efectivo será estudiar otra carrera, si es que finalizó la actual, para apostar nuevamente por un título. Ya no me ilusionaré más con premisas como las que me he repetido toda la vida: que pago para que me eduquen. Lo seguiré haciendo sin ayuda de nadie, aunque sólo aprenda lo que me interesa y no lo que el manual o malla curricular “indica”. Si la realidad continúa siendo la misma y no crean mayores carreras técnicas en todos los ámbitos, el índice de deserción académica seguirán siendo los mismos. Recuerdo que cuándo entré a estudiar periodismo se inscribieron en el pre- universitario más de 70 estudiantes y sólo en mi curso; en la actualidad la cifra no llega a los 70 entre los 2 paralelos. Y no creo que la dificultad en las materias haya sido el motivo de la deserción pero la desazón y el desánimo si que han contado. Recuerdo a un compañero que abandonó “sus estudios” por cargas laborales, se puso a estudiar administración de empresas a distancia (fines de semana) y apenas le faltan 2 semestres para egresar.
Asimismo yo tengo la posibilidad de seguir una carrera los fines de semana aunque lo admito: Me detiene la sonrisa de mi hijo cada vez que le hablo. Pero ese esfuerzo estaría dedicado a él para evitar que tenga limitaciones económicas cuándo crezca, porque desde ya es grande.

Mortal arrollamiento en la Vía Perimetral…


La frase emergió por antonomasia, así como emergen las del Ché Guevara cuándo me ratificó todos los días que preferiré morir de pie antes que vivir de rodillas: “Murieron con la boca abierta llena de moscas en la vía Perimetral”. Disculpen la crudeza con la que comienzo este relato pero tengo la seguridad, luego de lo descrito por todos los medios de comunicación, que ninguna de esas más de 20 personas que fueron arrolladas por un sujeto que se quedó ruco al volante quería morir así. Una muerte intempestiva, inesperada, cruenta y de “uno se muere cuándo menos se lo espera”. Las decenas de personas que aguardaban o trabajaban en dicho paradero del Km. 23 de la vía Perimetral no se esperaban la muerte y mucho menos de esa manera: que un borracho te quite la vida producto de un sueño etílico. Y eso fue lo que paso en la famosa y tan populosa vía rápida conocida como “La Perimortal”. Cuánta historia no tendrá escondida esta arteria vial que de a poco se ha ido poblando y debe dejar de ser considerada, no por el accidente, sino desde mucho antes, una “vía rápida”.

Indignados, los moradores del sector incendiaron la camioneta responsable de la embestida y un vehículo de la Comisión de Tránsito del Guayas. Quería justicia, hasta el lunes al mediodía los moradores de los barrios aledaños al sitio de la tragedia mantenían bloqueada la Perimetral con la exigencia de ¿…? Eso no quedo claro. Querían justicia, exigían obras para su comunidad o con sus medidas de hecho querían decirles a las autoridades de tránsito y municipales que también merecen respeto de todos y no sólo de los conductores ebrios que conducen por el país. Eso, al menos a mi no me quedo claro. El responsable del accidente ya dijo que no estaba borracho, que se quedó dormido por exceso de trabajo y que ojalá Dios permita que los familiares lo perdonen. Suena fácil negar una conducta, presentar disculpas y pretender que siga reinando la impunidad.

El director de la CTG, Jaime Velásquez ha sido el único que ha puesto el dedo en la llaga, hasta el momento, es el único con hombría para decirle en su cara a todos los guayaquileños que si su conducta con respecto al tránsito no mejora, ninguna señalización ni medida parche funcionará para evitar desgracias de este tipo. Velásquez critica que en varios sectores de la ciudad, los moradores de una minoría ciudadana, si cuenta con la señalización respectiva de tránsito y pese aquello las irrespeta.
Con esto les quiso decir a los moradores de la Perimetral que ellos pueden con ayuda municipal poner todos los pasos elevados, todos los semáforos del mundo y poner a disposición de la ciudadanía todos los agentes de tránsito posibles, pero si la conducta del guayaco sigue siendo imprudente, provocadora y jugadora ante el peligro, desgracias como la de ayer se reeditarán cada fin de semana por todas las vías del país.


En ese marco, hoy tuve la desgracia de escuchar a José Zapata, presidente de la Confederación de Transportes Interprovincial decir que los choferes profesionales del país “hacen patria” las 24 horas del día al trabajar por el desarrollo de la economía ecuatoriana. Cero autocrítica, ningún pantalón para reconocer que varios conductores interprovinciales y locales no conocen lo que es la prudencia. Y eso es en el ámbito de la transportación masiva, imaginémonos a los conductores que cuentan con licencia “sportman”, ¿Ellos, recitarán todas las leyes de tránsito de memoria? ¿Dejarán de conducir cuándo están mareados? O de igual manera se embarcarán para poner su vida y la de los demás en riesgo. Telón lento...

La autocrítica, esa cualidad que le falta a todos los ecuatorianos…

LOS PEORES DEFECTOS DE UN PERIODISTA


"O las virtudes de un periodiquero..."

1. Creer que son los únicos que tienen o conocen ‘la verdad’.
2. Considerarse infalibles.
3. Pertenecen a la falsa élite de ”periodistas estrella”.
4. Creerse salvadores y jueces.
5. Confiarse demasiado de sus fuentes.
6. Olvidan que su objetivo principal es informar a las personas y no necesariamente ganarle a la competencia.
7. Tendencia al facilismo. Cultores del ‘copy paste’ y de ‘googlearlo todo’.
8. Inventar estadísticas incomprobables para vender una nota que no existe.
9. Disfrazar la verdad.
10. No saben escuchar (ni a sus jefes ni a los lectores / ni a su conciencia).
11. Quieren ser protagonistas de la noticia.
12. No sentir amor por la carrera y pasión por lo que se hace.
13. Pensar que porque tienen un micrófono y una cámara están en todo el derecho de decir lo que se les de la gana.
14. Demasiado ego.
15. No pensar en la audiencia y en que el periodismo es un servicio.
16. No se preocupan de aprender y se resisten a cualquier propuesta de cambio.
17. Les interesa más firmar la nota que entregar un buen trabajo.
18. Sabotear el trabajo de sus colegas, ya sea por celos profesionales o personales.
19. Falta de creatividad e iniciativa.
20. Cero compromisos con su medio y con la profesión.
21. Confundir ‘ficción’ con periodismo en el afán de hacer un mal ‘periodismo literario’
22. No ser autocrítico.

Mis observaciones y las voy enumerando acorde a los defectos que desagregó el dueño de un post que le chorrea las medias a los sufridores.

1) El primer complejo y tara de todo seudo-periodista. “El buen periodista es que el que informa, educa, entretiene y oriente sin jactarse de lo mucho que sabe”. Tengo un profesor así, se jacta de ser periodista, cuándo ni siquiera ejerce la profesión y mientras está dictando cátedra. Terrible y patético… Este punto se vincula de igual forma con el numeral 2,3,11,14,17.

4) A mi siempre me ha podrido que en los noticieros de la comunidad insistan son una frase que siempre me ha dejado pensando: “El periodismo ¿sirve? a la comunidad”.
Jesús nos sugirió que lo que haga tu mano derecha, no lo sepa la izquierda. Y en eso siempre caen los seudo- periodistas que medio van a una cobertura por ejm: En toda mi ciudadela los postes de alumbrado público no sirven. ¿Qué carajo se cree el periodista para hacer un llamado a la autoridad o al organismo competente? Su misión es reflejar la realidad y valerse de testimonios de los moradores para informar sobre dicho acontecimiento o suceso noticioso, mas no hacer llamados, a cuenta de qué… Este punto se contrapone al numeral 15, quién debe considerar que el periodismo es un servicio son los ciudadanos pero no los periodistas, por favor, un poco más de humildad…

8-9- 13) Para esto si son especialistas la mayoría de medios impresos, el otro día leía un artículo en dónde criticaban un reportaje de la revista Vanguardia que fue construido por medio de estadísticas incomprobables, números que aparecen de la nada, afirmaciones que sólo se las cree el propio periodista , sin siquiera citar una fuente para no quedar tan mal. Lo peor es cuándo ponen una conclusión o intentan validar sus hipótesis sobre determinado fenómeno o problemática por medio de testimonios de supuestos eruditos, que no saben dónde están parados y dejan con un signo de interrogación en la cabeza a todos los lectores. En la radio, la historia es IGUAL DE PEOR, diría una vecina…

12,19,20,21) La mayoría de los que estudian periodismo no lo hacen porque creen que es su vocación, se los digo por experiencia propia. Yo comencé a estudiar periodismo porque creía que era la carrera más a vaca del mundo, los referentes de vagancia son infinitos en las aulas universitarias y una de ley pasa de año. Luego, para mi, la historia cambio, me apasiona este oficio. Como escuchaba anoche a un seudo-filósofo de esos que también pululan, “En este país se profesionaliza pero NO SE EDUCA…” Hay muchos que van a la universidad para aprender a escribir, cuándo ni siquiera saben tildar mamá. O algunos que quieren intervenir en radio y tienen una voz de señorita que se dedica a labores domésticas, con el mayor de los respetos para las mujeres que se dedican dignamente a esos menesteres.

En fin, la autocrítica debería aplicarse no sólo en el mundo del periodismo, sino en “la vida misma”… Ya me leí como Toty Rodríguez…. Me leen…

“No veas la paja en el ojo de tu hermano, mira la viga en el tuyo propio”. Jesucristo.