¿Por qué Pobre Ecuador? Si viven en este país lo entenderán...

martes, 28 de diciembre de 2010

2010: Un año bloguístico mediocre!


Casi, casi termino el año y no levanto otro post en este blog de mierda que ni siquiera el dueño lo lee, o sea yo, pero que más da así es mi vida tecnológica de incomprensible. Me prometí a mi mismo, inconstante como siempre, que iba a escribir todos los días aunque sea una noticia chiquita pendeja de lo que ocurría en este país. No cumplí. A lo mejor pronto me despido de este anhelo pendejo de plasmar reiteradamente mi nombre en un diario que pocos leen y que más aún, menos de esos pocos, compran. En la vida hay que ser prácticos y si las oportunidades no se han dado es porque el de arriba, seré optimista, me tiene deparado un mejor destino laboral. Aspiro a despedirme pronto de este tedio solitario en dónde pocos confían en mí, muchos creen que no hago nada y la mayoría me ignora por desconocimiento y sobretodo porque llegaron asquerosamente después que yo. Y si calificó de asquerosa su llegada es por el producto que elaboran: ¡para el olvido!.. Y de paso hay cada hijueputa que arriba con esas ínfulas de poder que todos han de odiar, pero que lastimosamente como seres humanos, muchos, cada vez que están en una posición de ventaja con respecto a los demás reiteren sin darse cuenta. Muchos olvidan que el poder es finito y lo más seguro que tienen es que pierdan ese poder que ¿se han ganado? Lo dudo, pero así son las cosas en este país. Hasta el trabajador más pendejo, que casi siempre tiene la razón, desempeña mejor su trabajo que esos tipejos que ostentan el poder y no son más que unos vivos de la gaver que pretenden quedarse en la teta toda su vida. EN FIN… Ya terminará mi tedio, mi aburrimiento, mi abulia, mi decepción laboral… Y aunque suene paradójico, si me retiro voy a extrañar el sitio de camello mas no mis funciones. He conocido a cada sujeto que me ha enseñado tantas cosas, hasta en la conversa más pendeja siempre alguien ha salido con una perla cultivada de consideración. No sé cuál será mi destino, sólo le ruego a Dios que en el camello que me toque pueda ganar los recursos necesarios para hacer planes con mi familia. Esa familia que siempre anhele y que ahora dirijo en medio de bravuconadas, corajes, histerismos, comida rica, sonrisas inolvidables (las de mi hijo), destellos de espontaneidad, alegrías, tristezas, críticas, penas, frustraciones, anhelos y si, muchos anhelos.

Hasta tanto, las noticias seguirán siendo mi compañeras en medio de esa angustia y desespero por volver a caleta, comer por primera vez en el día, ver como a mi hijo lo bañan, sentir como me busca mi hija postiza y abrazar a esa mujer con la que sueño estando a su lado.

La política, el fútbol y la música seguirán siendo temas que intentaré desagregar en esta columna que no es más que mi refugio cada vez que me siento totalmente desocupado o aburridazo ante esta vida que quiero que cambie y que solamente Dios podrá cambiar. Me falta escucharlo, irónicamente sé dónde puedo encontrarlo pero esa tarea no quedará pendiente sólo que quiero compartirla con mi familia.

No me despido con un mensaje navideño ni con una calurosa frase de fin de año porque nunca he sido bueno para las clichés típicos de este mes. Siempre he sentido tedio por el ambiente navideño y de fin de año; sólo les puedo ofrecer que mientras me sigan leyendo podrán contar con un ser humano que tiene una computadora y que quiere deshogar sus metas por esta vía. El próximo año estaré como Teleamazonas, a lo mejor abandono la línea de opinión y confieso mi vida ante la pantalla de un Pc. Esto si es “más importante” que la política…

Me leen, que Dios los ilumine y si no vayanse a la...