“Calentamiento global de mierda…”

No es culpa de la canícula. No voy a culpar a la falta de aire acondicionado en mi sitio de labores. Tampoco responsabilizó a la humedad, ni a los últimos tiempos y mucho menos nada tiene que ver que estamos en vísperas del tan fatídico año 2012. El responsable en estos tiempos de globalización es algo que los ambientalistas, expertos climatológicos y mentados institutos meteorológicos han denominado como: calentamiento global. El excesivo calor que he sentido hoy sólo tiene precedentes con el registrado el sábado pasado, en dónde se registró uno de los días más calurosos de los últimos tiempos, justo cuándo el proyecto totalitario de la Revolución “Correísta” cumplía 4 años. La transpiración recorre mi frente, la camisa está a punto de empaparse y al periódico que me sirve de abanico lo tengo que coger cada línea que alcanzó a escribir. Me extraña que en este ambiente también labore, porque así se lo ha de obligar su consciencia y el gajo de dólares que recoge cada quincena, una supuesta “cantante” oxigenada que ahora se ha dedicado a redactar la farándula criolla nacional. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial, el 2010 fue el año más caluroso “desde que hay registros” y dicho ambiente infernal sólo puede ser comparado con los que se determinaron el pasado año 1998 y 2005. La mayoría de países atraviesan por temporadas invernales y periodos repletos de precipitaciones que han provocado millones de damnificados, miles de casas destruidas, cientos de hectáreas arrasadas, carreteras amputadas, miles de heridos y una gran cantidad de fallecidos que evidencian que la ilimitada concentración de gases de efecto invernadero es mayor que nunca y las leyes de la física dicen que “sólo pueden calentar”. La alta temperatura global marca cifras históricas en el marco de un verdadero drama social registrado a nivel interplanetario. Pero ¿el “calentamiento global” provocado por el hombre es el único responsable de estos infiernos temperamentales por los que atraviesa el planeta? La mayoría dice que si, algunos otros hablan de “los últimos días” mientras yo quisiera pensar que este fenómeno climatológico es producto de la decepción que a veces siente Dios por nosotros o son meros contrastes climáticos provocados porque el mismo hombre destruyó su hábitat. Y digo “quisiera” pensar porque cuándo el pueblo común y silvestre comienza a acalorarse, no está pensando en temperatura ni en calentamiento climático, ni si son los últimos días o si Dios está cabrini. Sólo exclama: “Que calor de mierda… Así, como el de hoy (viernes 21/01/2010).